Veinte mil viajes con ella...
Con los ojos todavía pegados y a punto de volver a soñar en el coche me decía:
"¿Me dejas un casco?"
Odiaba escuchar por un lado la música y por el otro la radio que tenía mi padre puesta, así que la respuesta la tenía clara:
"No", rotundo.
Le faltaba tiempo para escuchar uno de los grupos de música que no paraban de sonar en mi habitación (y que yo juraba ser la única fan incondicional). A los días ya llegaba a casa con entradas para sus conciertos:
"¿Desde cuándo les conoces?", preguntaba.
Y según ella desde siempre, que "me creo el centro del universo".
Que si me pongo un vestido con zapatillas, voy "feísima"... "¿En serio vas a salir así?" Ahí empiezo la cuenta atrás... ¿Resultado? Dos días después, ella con LO-MIS-MO.
"¿Perdona?" No hace falta decir nada más al verla para que responda:
"Ahora has inventado tú lo que hay que ponerse"...
Que si me gusta la playa, a ella más
Y en la piscina: "Si me tiro, ¿te tiras?" Y a la de tres sólo cae ella, dejando asomar el largo de su dedo corazón antes de sacar la cabeza del agua.
Que si bailo... No, ella no baila: "Menuda flipada". Pero en frente del espejo puede durar horas: "¿Flipada?, ¿Quién?"...
Cuando no le gusta lo que digo, rápido saca la lista imaginaria para empezar a apuntar las "cosas que no le importan", moviendo el brazo como si escribiese... Así, en el aire... Yo no entiendo nada.
Que hay tres sofás pero a las dos nos gusta el mismo. Nos colocamos pies con cara y en los anuncios hacemos bicicleta.
Dos minutos me odia, dos minutos me adora.
Que de tanto jugar a imitarme, al final le sale solo.
Dicen que todos tenemos un doble en algún lugar del mundo. El mío vive conmigo, no me he tenido que esforzar mucho en encontrarlo.
Ahora soy yo la que viaja sin música... Es el momento ideal para comprobar si realmente es como yo:
"¿Me dejas un casco?"
"jajajajajaja... No".
Efectivamente... <3
