'Mientras me quejo de lo que no tengo, descuido lo que poseo'
No es un refrán, pero todo es ponerse a firmar papeles...
Que abrazamos a quien no nos quiere abrazar... Y así no... Que no quiero que luego te arrepientas, y hayas tenido que arriesgar para perder, para volver... Porque las vueltas siempre son 'demasiado tarde', y no nos gustan.
Así que si de verdad merece la pena, no te alejes. A veces hay que aguantar un poco más. Que es más bonito tener finales que haber guardado principios. El primero abarca ambos, y cuantas más cosas mejor, que yo lo quiero todo.
Que sea como la Luna. Cuando la miro en el coche se mueve conmigo... Hay veces que las montañas se interponen en nuestro camino y nos impiden vernos, me despisto, paso el túnel, y la pierdo... Pero no importa porque al llegar, todas las noches, vuelve a aparecer... Más redonda, más finita, enorme, o diminuta, pero siempre iluminando entre las rejas de la persiana, que estar a oscuras me da miedo...
Y a aquellos que alguna vez me apagaron la luz del pasillo al dormir... ¡A tomar Fanta!
Mira que yo no sé qué me pasa, pero es pasar Despeñaperros y se me coloca sola la falda de lunares. Que yo creo que sí, que a mí el sur me vuelve loca...
Dicen muchos que Cádiz es La Habana española, y bueno... Yo nunca he estado en Cuba pero creo que como esto no hay nada igual...
Que las enormes playas con dunas no serían lo mismo sin esas cabañas de quita y pon, que nacen a las siete de la mañana y se quitan a las nueve de la noche, con neveras repletas de sandía y eso sí, la 'servesita que no farte'.
Allí es donde aprendí que los bañadores no son con flores, son con 'ehtampao', y ten cuidado con llevar la contraria porque te puedes llevar un 'mohóng con peloh', que mejor no te explico lo que es.
Y es que allí se habla cantando, si no quieres ser 'la fina de Madris'.
Es el lugar donde más fría está el agua del mar, y la arena más caliente... Esa que si no ando rápido, 'me quemah loh pieng'.
Una cosa te voy a decir, allí se va descalzo hasta en la moto y ahí, Víctor Manuel, sí que sí: 'Donde caben doh, cabeng treh, donde cabeh tú, quepo yo, y torque quiera cabeh'.
Que las guitarras suenan en cada rincón, y allí 'cuarquiera sanima a esharse ung baile'.
Arriesgado serías si sólo vas una semana: 'Quillo, que Cái engansha', y como te pille el levante... Comes tierra hasta en las calas de Roche, 'aunque ehteng mu rehguardaítah'.
Que si cuando te levantas está el cielo gris, dale unas horitas, 'arfiná ziempreh zale er zó'.
Recuerda que allí hay otra moneda: el 'leuro', que al camarero se le pide 'un cocacolah', y él será quien te 'eshe ung cafelito'.
Si te bañas, no te 'vayah leho', que en el Estrecho se ven delfines 'azing de grandeh', ya sabes una medida especial... Y cuando salgas del mar, muérdete los labios, ye verás como 'ereh mu zalá'.
Bueno y que no se te olvide pasar por Caños de Meca, descubrirás que los trabubus no vienen de Trabubulandia...
Que no hay nombres complicados, pero si te llamas Juan Carlos aprende a contestar cuando oigas 'Huangkahlo', porque es que allí la gente tiene mucho arte, 'musho'.
Y por favor, por la noche, mira al cielo... En ningún otro sitio vas a ver tantas estrellas brillando, y si ves una fugaz, recuerda pedir un deseo, 'no ze te vaya a orvidá'.
Mira, que yo ya quiero volver, que no 'maguanto', que llevo preparándome años este idioma y 'na', que no apruebo... 'Azí que ea, otra veh a repetí'.
Hay algo que últimamente aparece en mi cabeza cada dos por tres...Suelo ser 'abogada de pleitos pobres', defensora de aquello que nadie comparte, ya sabes, por eso de llevar la contraria... Pero creo que en esto, no tengo coartada.
Soy fan de muchísimos blogs de moda, adoro aquel post que va con vídeo... Soy de audiovisuales, en algo tendría que reflejarse... Y me fijo en quiénes son más creativas, cómo algunas se han dado cuenta de que es mejor escribir los pasos del maquillaje en vez de locutarlos, o viceversa, cuántas tienen una go-pro y cómo ya las grandes marcas apuestan por ellas. Pero sobre todo hay una pregunta que aparece en mi mente con luces de neón:
¿Quién las grabará?
Planos detalle de cada pulsera, desenfoques de tacones en cada paso, y vuelta a enfocar, algún 'tembleque' en el peor de los casos, primer plano de la cara y... ¡Ahá! Ahí, en cada reflejo de los cristales de las enormes gafas de sol, está él, el cámara, EL NOVIO DE LA BLOGGER.
Aquel que aparece al final de las entradas, en agradecimientos, con un diminuto corazón rojo al acabar su apellido. Ese que completa la firma de las fotos, como un auténtico fotógrafo de prestigio. El que se deja ver en algún post, vestido a juego con su novia. Aquel que tuvo que dedicar sus horas libres a clases de edición de vídeo...
Sinceramente, trendy bloggers, ¡no tenéis piedad!
Aquel niño que se veía de mayor pilotando aviones, ahora lo único que puede manejar es un dron con cámara para mostrar el outfit de su novia desde arriba... "Los que vuelan también tienen derecho a seguirme", pensarán ellas.
Ilusos los que creían que de mayor disfrutarían cada domingo con fútbol, pipas y cerveza... Ahora los domingos son exclusivos para el blog. Deben preparar con su novia todos los modelitos de la semana, intentando variar escenarios: salón, habitación, portal, y de nuevo ahí, en el cristal de la puerta al balcón, aparecerá su cara, tapada por esa inmensa Canon 7D que tuvo que regalarle en navidades.
¿Hasta dónde queréis llegar?... Novios de las bloggers, gracias por mostrarnos vuestras dotes tras las lentes pero no os dejéis convencer por un post donde os dan un beso... No sois más que un perro en su nuevo bolso troquelado. Si queréis ser trendy, recoged a vuestra 'blogger girlfriend' de su sesión de 'beauty' en una Harley.
Siempre me dijeron que había que diferenciar el trabajo de lo personal, así que no os dejéis convencer más. Poned fin a esta explotación, vosotros también comenzáis a hablar raro... Para que me entendáis, #NoMore #NoFilter .
FOTOS: Ilustraciones de 'Mundopiruuu'. Son todas geniales. Aquí podéis ver también las que tiene a la venta ;)
Si no queremos tanto como imaginamos, ni nos quieren como dicen.
Si soñamos más de lo que dormimos o estamos más despiertos de lo que conviene.
Si lloramos más de lo que se merecen y reímos sin estímulo.
Si detrás de la luna hay alguien sujentándola, y alrededor del sol, veinte nubes de algodón.
...
Puestos a vivir en la mentira, creo que será mejor elegir el papel, y pensar que no hay nadie que aguante el peso de la luna, ni hombre poderoso al que no le cuelguen los pies.
Cada vez estoy más convencida de que no hay ingenuo que no viva con total felicidad, así que...
He oído que si logras una vez enamorarte de verdad, sin miedos, sin frenos y con total confianza, será difícil volver a hacerlo de nuevo. Una consecuencia más del tiempo que, al pasar, te va enseñando nuevas formas de mirar, te crea unos principios y no te despega de la memoria. Pero es que si lo piensas... ¿Cuánto tiempo hace que no te pasa algo por primera vez?
Si muchos genios se aferrasen a su primera vez, ahora sólo serían meros pensadores. Todos nos hemos equivocado alguna vez para aprender lo correcto.
Cuando era pequeña, escribiendo una redacción para el colegio sobre la última película que había visto, escribí 'esclavo' con la 'x' más sonante de todo el abecedario. Al día siguiente, cuando el profesor nos entregó las correcciones, me llamó en alto con media sonrisa en la cara:
"Salga a la pizarra, coja una tiza y escriba a todos sus compañeros la palabra 'esclavo'".
Yo, que desde pequeña ya apuntaba maneras a 'no verlas venir', apunté decidida: "Exclavo".
Mi profesor se levantó de su silla, cogió el borrador y con una tiza de color me hizo cambiar mi empeñada 'x' por la 's'.
Mis compañeros cuchicheaban cada vez más alto, o eso imaginaba yo, y rápido empecé a sonrojarme... Mi profesor se agachó a mi oído y me dijo:
"Tranquila, aquí se viene a aprender, aunque te pueda parecer cruel estoy seguro de que nunca volverás a escribir mal esta palabra".
Le hubiese metido la tiza en el ojo, dibujado una 'x' enorme en la cara... Quería irme del colegio y no volver nunca más, pero ahora...
Cada vez que tengo que escribir esa palabra me viene a la cabeza Don Eugenio, así se llamaba. Cuando llega el momento en el que debo deslizar el boli en esa maldita 's' le agradezco aún dentro de mi cabeza que ese día me hiciese pasar, por primera vez, el ridículo más grande delante de veinte 'personitas'.
Si no hubiese tenido esta primera vez, quizás me seguiría empeñando en la letra incorrecta...
Y es que, por desgracia, no hay profesores de la vida... Muchas veces ha de ser uno mismo el que aprenda a guiarse por el camino adecuado. Que por mucho que nos empeñemos, no todo tiene que ser como esa primera vez, y si la memoria no nos lo borra nunca de la mente será porque alguna moraleja nos dejó...
Y si no, piensa en todos los momentos buenos de ahora...
