sábado, 24 de diciembre de 2016

Cómo ser un gilipollas de categoría

Somos gilipollas.

Seguro que no es lo que esperabas escuchar/leer en un día tan bonito como hoy, ¿verdad? Pues sí, así es la realidad, a veces entra sin llamar.

Podrás pensar que igual merecías antes un saludo, pero no estamos ahora para perder el tiempo. Estas fechas caen en fin de semana y no tenemos minutos ni para brindar... Echamos horas gratis en el trabajo "hablando de fútbol", seguimos regalando palabras a quienes no tienen sílabas que dedicarnos, nos vemos gordos pesando 60 kilos y feas por dentro mientras regalamos autoestima en Instagram.

¡Que vuelvo!: somos gilipollas.

No seré yo la que te dedique la mejor de las lecciones para no serlo, ni aquella que te ponga una frase de coaching, que se lleva ahora mucho, para evitarlo. Me gustan los gilipollas, me rodeo de gilipollas y yo también soy gilipollas, ¡viva!

-Llevo desde los 13 queriendo decir muchas veces seguidas la misma palabrota. Ahora sí que sí: ¡Yo soy La Juani! -

Bien, ¿qué hacer entonces?

Si pudiese yo tranquilizarte de alguna manera, te diría que después de varios intentos viviendo sin ser gilipollas he llegado a una conclusión. Allá va mi frase lapidaria:

'No ser gilipollas no te lleva a nada'

¿Te recuerdo lo que gana al año El Rubius?, ¿que hay chicas que se ganan la vida haciendo twerking en Instagram?, ¿que Cristiano Ronaldo gana un céntimo más por cada seguidor que le imita haciendo el grito de un ñu?

¿Qué?, ¿ser, o no ser?

Si quieres me anticipo a lo que pasará esta noche al meterte en tus redes sociales:
#parecequemeheportadobien
#santaclausiscomingtotown
Tus amigos borrachos abrazarán a #losdesiempre, que no se ven una puta mierda. Te cansarás de ver fotos de comida y más comida, como si todos tuviesen el novio que tiene la Pedroche. Cuidado con las exaltaciones de amistad, estarán a la orden del día. Y, por supuesto, podrás ser consciente de una de las maravillas con más renombre en esta época: los selfies con bolas del árbol de Navidad. ¿En serio? Sí.

"¿Qué hago, súper?", te preguntarás al ver cómo mi parte de vidente ha acertado al 100%.

Y aquí, amigos, viene la solución: Ser gilipollas.

No hay opción B, lo siento. Todos a una, como el Osasuna, oe (ves, aquí ya estoy ejerciendo).

Pero un consejo: ¡destaca! Vamos a crear nuestro propósito para este año que viene: seamos los más gilipollas del mundo.

Sube fotos hasta del postre que va a tomar tu perro, grábate bailando La Cucaracha con tu abuela. Si Papá Noel no entra por tu chimenea, róbale la foto a Google. Etiqueta al Bazar Tropical en esa foto de tu trikini del chino. ¡Enseña tus michelines! Y que te llamen 'gorda de cojones', así ya tendrás algo que a ellos les falta. Yo incluso rozaría el límite de lo cutre citando a Santa Justa Klan en mi perfil, donde por supuesto habrá un link semanal llevando a mi paraíso: crepes con Nutella (link en bio).


¿Te apuntas?

Si es que hasta para ser gilipollas hay que tener arte.
Haber estudiao'.

Merry Xmas
XXX
LOVE
Adi


                                                                 Instagram: @porlacalle24

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